1. Los servicios de Santa Cena o Comunión.
1. ¿Qué otro recordativo nos dejó Jesús de su muerte? 1ª Corintios 11:23-26 ______________________________
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Durante 1500 años los seguidores de Dios, a través del sacrificio del cordero pascual, miraban adelante por fe, hacia el sacrificio de un Salvador por sus pecados. El viejo servicio de Pascua conmemoraba la liberación de los israelitas de la esclavitud egipcia; la Santa Cena, la cual instituyó Jesús en la noche de su crucifixión, tiene el fin de mantener fresco en nuestras mentes la gran liberación del pecado que tuvo lugar en el Calvario. Jesús era el verdadero cordero Pascual. Al presentarse a sí mismo como ofrenda por el pecado, puso fin al sistema de tipos y ceremonias que durante 4000 años dirigió la atención de los adoradores a su muerte vicaria. (foto. La Santa Cena tal como se hace en muchas iglesias protestantes).
La levadura y lo fermentado representan el pecado, el pan de Santa Cena y el vino, representando el puro, impecable Cordero de Dios, deben ser sin levadura y sin fermentar.
2. ¿Qué preparación se debe hacer para la Santa Cena? 1ª Corintios 11:28 ______________________________________________________________________
3. ¿Por qué es importante examinarnos a nosotros mismos antes de participar en la Santa Cena? 1ª Corintios 11:29 _________________________________________
Este servicio sagrado lleva nuestro corazón al Calvario. Jesús dijo: “Yo soy el pan de Vida” (Juan 6:35). “Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida” (Juan 6:63). Al participar de esos símbolos sagrados, le decimos a nuestros prójimos y a nuestro Señor: “Al igual que este pan sin levadura y este vino sin fermentar pasan a formar parte de cada célula de mi cuerpo, del mismo modo propongo en mi corazón beber y comer las palabras de mi Salvador, para que puedan impregnar cada pensamiento y cada palabra y puedan motivar todos mis actos.” (foto. La Biblia el pan de vida).
4. ¿Qué otro servicio preparatorio nos dejó nuestro Señor? Juan 13:4-11 ____ ______________________________________________________________________
El lavamiento de los pies de los discípulos fue sólo un lavamiento ceremonial. Jesús le dijo a Pedro, “Si no te lavare, no tendrás parte conmigo” (vers.8), añadiendo que lavando sus pies, “está todo limpio” (vers. 10). Nada de esto tendría significado a menos que fuese simbólico.
5. ¿Qué mandato dio Jesús seguidamente a esa ceremonia? Vers. 12-17 ______________________________________________________________________
Se puede ver en las palabras de Cristo que este servicio es un mandato evangélico tanto como lo es la Santa Cena, que también fue ordenada por Jesús en el mismo momento. Jesús no lavó los pies de los discípulos solamente para hacer una escenificación. Él quería que aprendiesen el espíritu del cielo y que supiesen que ningún servicio que se tenga que hacer está por debajo de la dignidad de Sus seguidores. En este hecho, Jesús elevó cada servicio necesario por bajo que sea, al plano de un ministerio divino.
Cuando alcancemos el cielo, encontraremos al Salvador manifestando el mismo espíritu de servicio que caracterizó su vida en la tierra. Él se “ceñirá… y vendrá a servirles” (Lucas 12:37). (foto.Cristo hace la Santa Cena con sus discípulos).
6. ¿Hacia qu
é apuntan los servicios de Santa Cena? Mateo 26:29 _______________
Cada servicio de Santa Cena es un pequeño adelanto de lo que será la cena de bodas del Cordero. ¡Cuánto gozo tendrá Cristo de poder beber una vez más del fruto de la viña con aquellos que ha redimido! (foto. La santa Cena en el cielo).
Una historia interesante
El general sirio estaba enfermo, pero pocos lo sabían. La pequeña sirvienta hebrea se dio cuenta de que la esposa del general estaba llorando y preguntó si podía ayudar.
“No, nadie puede ayudar, eso es lo que hay. Tiene la lepra,” dijo la esposa.
“Hay un profeta en mi país que podría sanarle si va a verle”.
“¿Puede sanar a un leproso?”, dijo la señora de Naamán repentinamente interesada.
“Estoy segura de que puede. Incluso resucitó a un niño no hace mucho”, aseguró la esclava. (foto. Ninguno de Israel fue sanado por Dios, sino el Sirio Naamán).
Naamán quería intentarlo todo. Así que, cargado con regalos y una carta de presentación del rey de Siria, él y su séquito se fueron hacia Israel. Cuando llegaron a la casa de Eliseo, el profeta no se acercó a la puerta, sino que mandó a su siervo afuera con instrucciones para Naamán, diciéndole que se lavase siete veces en el río Jordán.
Naamán estaba furioso. “¡Ridículo!”, gritó. “¡Los ríos de Siria son mejores que este riachuelo fangoso!” Finalmente, de algún modo, sus sirvientes le persuadieron para que continuase con las instrucciones dadas, al fin y al cabo, ¿qué iba a perder? Seis veces se sumergió Naamán en el Jordán. La lepra seguía allí. Pero cuando a la séptima vez salió del agua, ¡ni un solo resto de enfermedad se pudo encontrar!
No habían sustancias sanadoras en el agua de aquel río. Al obedecer cuidadosamente la Palabra de Dios tal y como se lo dijo el profeta Elías, Naamán demostró su fe en el Dios de Israel. Fue Dios quien le limpió y le sanó.
Por el bautismo nuestros pecados son lavados, pero el agua misma no es la que nos limpia. Es la fe en la sangre de Jesús la que trae la salud espiritual y quita la lepra del pecado. (foto.Cristo asciende hacia el trono de su Padre).
¿Quisiera usted confesar su fe en Jesús por medio del bautismo por inmersión? _
Estudio anterior:
11.1 La Cena del Señor.
Siguiente estudio: 11.2 El imperativo misionero.
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