Algunos textos, que aparentemente contradicen la doctrina bíblica del estado inconsciente de los muertos, deben leerse teniendo en cuenta el texto original griego, las reglas de interpretación literaria y el contexto en que se encuentran.
1. La promesa de Jesús al ladrón arrepentido (Lucas 23:42, 43).
"Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso."(foto, El ladron pide perdón).
Jesús no podía haber prometido estar aquel viernes en el Paraíso con el ladrón, por las siguientes razones:
1. Es probable que el ladrón no muriese aquel viernes, pues sólo se lee que le rompieron las piernas, mientras que a Jesús “como le vieron muerto, no le quebraron las piernas” Juan 19:32, 33. Jesús sí murió en viernes, la certeza de que el ladrón muriese en viernes no se tiene.
2. Aquel mismo viernes Jesús no fue al paraíso, sino a la sepultura, donde quedó hasta el día de la resurrección (conforme a la enseñanza bíblica sobre la muerte); de hecho, en este día de domingo, él mismo dijo a María Magdalena: “No me toques, aún no he subido al Padre” Juan 20:14-18. Es decir, Jesús aún se tenía que presentar ante el Padre como sacrificio perfecto. No estuvo antes de ese momento ante el Padre.
3. En el texto original griego, no aparece la conjunción “que” (hoti en griego), la cual hubiera sido empleada como en Marcos 14:30 "Y le dijo Jesús: De cierto te digo que [Nótese la insistencia de "hoy", "en esta noche" que no aparece en el pasaje de la cruz] tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces", foto.Cristo y la tierra Nueva).
y Lucas 22:61 "Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces.", si es que Jesús realmente hubiese dicho que en aquel mismo día el malhechor estaría con él en el Paraíso.
4. El malhechor pidió: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino” Lucas 23:42, y la promesa de Jesús está de acuerdo con lo pedido. En aquel mismo día, “hoy”, le promete que estará con él cuando viniere a buscar a los suyos.
La partícula "hoti" no está, por lo que el "que" se puede situar en dos lugares:
1. "De cierto de cierto te digo [que] hoy estarás conmigo en el paraíso"
2. "De cierto de cierto te digo hoy [que] estarás conmigo en el paraíso"
La traducción literal es: "De cierto de cierto te digo hoy, estarás conmigo en el paraíso". En esto no hay contradicción con el resto de la enseñanza bíblica de que los muertos permanecen en el sepulcro o tumba hasta el día de la resurrección.
2. La parábola del rico y Lázaro (Lucas 16:19 – 31).
Esta parábola no enseña la supervivencia consciente de los muertos, por las razones siguientes:
1. Cuando alguien muere, el cuerpo queda en la sepultura. Si el alma tuviese existencia independiente del cuerpo, ¿podría tener ojos (v. 23), lengua (v. 24), dedos (v. 24), como se menciona la parábola? (Foto. lázaro y el rico).
2. Según la concepción corriente, las almas que están en el infierno no pueden hablar con los que se hallan en el cielo, o, como se presenta en la parábola, las que están en el “hades” (tumba) con las que están en el “seno de Abraham”.
3. No se trata de una descripción histórica, sino de una parábola, y las parábolas, así como las fábulas y apologías, son ilustraciones que obedecen a reglas particulares de interpretación. Lo que cuenta no es la exactitud del detalle, sino la enseñanza central que desea presentar aquí. A los “fariseos, que eran avaros”, como se lee poco antes (v. 14), Jesús enseña que en la vida futura habrá un destino diferente de acuerdo con la actitud que cada uno haya tomado en la tierra frente a Dios y a los bienes de este mundo.
4. Que Jesús no supone la posibilidad de vida consciente sin cuerpo después de la muerte se concluye de su referencia a la resurrección como única posibilidad de comunicarse con los vivos: “Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare (resucite) de los muertos” (v. 31).
5. Jesús aprovechó la creencia popular de los fariseos para enseñar otra cosa. Pablo hizo lo mismo en Hechos 17:22, 23:
"Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio."
Obviamente Dios no estaba en este "templo pagano", pero Pablo parte de algo que ellos conocen de cerca, aunque no sea correcto, para llevarlos al conocimiento del Dios verdadero.
3. No temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar (Mateo 10:28). (foto Pablo en Atenas).
1. Este texto no sirve para probar la inmortalidad del alma, ya que la segunda parte del versículo dice: “Temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”. De esta segunda parte se deduce claramente que el "infierno no es algo "eterno", y que el "alma se puede "destruir", luego la enseñanza de que algunos estarán quemándose eternamente, que es completamente falsa, no se puede basar en este texto.
2. “Alma” significa en la Biblia, principalmente “el ser entero” (Génesis 2:7 "Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fué el hombre en alma viviente" RVA). La vida es el cuerpo (polvo de la tierra) + Aliento de vida = Alma viviente, o "ser vivo". El ejemplo que pongo cuando doy estudios bíblicos es más actual:
Televisor (lo físico) + electricidad (lo que le da energía) = Imagen y sonido (vida). En cuanto se desconecta el televisor de la electricidad ¿dónde fue la imagen y dónde fue el sonido? A ninguna parte. Si no están los dos elementos juntos, no hay vida. El cuerpo, sin el aliento de vida, es eso, un cuerpo inerte, como un televisor sin imagen ni sonido. Sin cerebro no puede haber pensamientos, sin ojos, no se puede ver, sin oídos no se puede escuchar... Sólo en la resurrección, con un cuerpo restaurado, volveremos a tener vida.
La enseñanza de Jesús aquí es que los hombres sólo pueden atentar a nuestro cuerpo o vida actual. Pero Dios tiene en sus manos nuestra vida eterna (cuerpo y alma, es decir, la vida eterna). A pesar de la muerte de nuestro cuerpo, Dios podrá reconstruir la integridad de nuestro ser en la resurrección (2 Timoteo 1:12 "Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me averg:uenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día"). El Alma, el ser entero, ahora puede ser "destruida" pero no de forma permanente. Nos pueden quitar la vida, pero eso es sólo algo temporal. Dios es quien da la Vida Eterna, el que puede destruir definitivamente el Alma.
4. Teniendo deseo de partir y estar con Cristo (Filipenses 1:23).
El apóstol Pablo es el escritor de la Biblia que más realza la verdad de que la única manera de tener vida consciente después de la muerte es por medio de la resurrección (1 Corintios 15).
En esta misma epístola a los Filipenses, Pablo dice que prosigue a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús (Filipenses 3:14).
¿Y cuál es el premio? La resurrección: “Si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos” (v. 11). Recordemos que la Biblia define el estado de la muerte como "un sueño". Naturalmente para Pablo, como para todos los creyentes, el primer momento consciente después de la muerte sería el encuentro con Cristo en la resurrección. Por lo que al que experimenta la muerte, no importa si han pasado miles de años o sólo unas horas, el instante inmediato después del momento de la muerte es el de la resurrección
Estudio anterior: 5.3 La resurrección de los muertos.
Siguiente estudio: 5.5 ¿Apareció Samuel en Endor?
1. La promesa de Jesús al ladrón arrepentido (Lucas 23:42, 43).
"Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso."(foto, El ladron pide perdón).
Jesús no podía haber prometido estar aquel viernes en el Paraíso con el ladrón, por las siguientes razones:
1. Es probable que el ladrón no muriese aquel viernes, pues sólo se lee que le rompieron las piernas, mientras que a Jesús “como le vieron muerto, no le quebraron las piernas” Juan 19:32, 33. Jesús sí murió en viernes, la certeza de que el ladrón muriese en viernes no se tiene.
2. Aquel mismo viernes Jesús no fue al paraíso, sino a la sepultura, donde quedó hasta el día de la resurrección (conforme a la enseñanza bíblica sobre la muerte); de hecho, en este día de domingo, él mismo dijo a María Magdalena: “No me toques, aún no he subido al Padre” Juan 20:14-18. Es decir, Jesús aún se tenía que presentar ante el Padre como sacrificio perfecto. No estuvo antes de ese momento ante el Padre.
3. En el texto original griego, no aparece la conjunción “que” (hoti en griego), la cual hubiera sido empleada como en Marcos 14:30 "Y le dijo Jesús: De cierto te digo que [Nótese la insistencia de "hoy", "en esta noche" que no aparece en el pasaje de la cruz] tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces", foto.Cristo y la tierra Nueva).
y Lucas 22:61 "Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces.", si es que Jesús realmente hubiese dicho que en aquel mismo día el malhechor estaría con él en el Paraíso.
4. El malhechor pidió: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino” Lucas 23:42, y la promesa de Jesús está de acuerdo con lo pedido. En aquel mismo día, “hoy”, le promete que estará con él cuando viniere a buscar a los suyos.
La partícula "hoti" no está, por lo que el "que" se puede situar en dos lugares:
1. "De cierto de cierto te digo [que] hoy estarás conmigo en el paraíso"
2. "De cierto de cierto te digo hoy [que] estarás conmigo en el paraíso"
La traducción literal es: "De cierto de cierto te digo hoy, estarás conmigo en el paraíso". En esto no hay contradicción con el resto de la enseñanza bíblica de que los muertos permanecen en el sepulcro o tumba hasta el día de la resurrección.
2. La parábola del rico y Lázaro (Lucas 16:19 – 31).
Esta parábola no enseña la supervivencia consciente de los muertos, por las razones siguientes:
1. Cuando alguien muere, el cuerpo queda en la sepultura. Si el alma tuviese existencia independiente del cuerpo, ¿podría tener ojos (v. 23), lengua (v. 24), dedos (v. 24), como se menciona la parábola? (Foto. lázaro y el rico).
2. Según la concepción corriente, las almas que están en el infierno no pueden hablar con los que se hallan en el cielo, o, como se presenta en la parábola, las que están en el “hades” (tumba) con las que están en el “seno de Abraham”.
3. No se trata de una descripción histórica, sino de una parábola, y las parábolas, así como las fábulas y apologías, son ilustraciones que obedecen a reglas particulares de interpretación. Lo que cuenta no es la exactitud del detalle, sino la enseñanza central que desea presentar aquí. A los “fariseos, que eran avaros”, como se lee poco antes (v. 14), Jesús enseña que en la vida futura habrá un destino diferente de acuerdo con la actitud que cada uno haya tomado en la tierra frente a Dios y a los bienes de este mundo.
4. Que Jesús no supone la posibilidad de vida consciente sin cuerpo después de la muerte se concluye de su referencia a la resurrección como única posibilidad de comunicarse con los vivos: “Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare (resucite) de los muertos” (v. 31).
5. Jesús aprovechó la creencia popular de los fariseos para enseñar otra cosa. Pablo hizo lo mismo en Hechos 17:22, 23:
"Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio."
Obviamente Dios no estaba en este "templo pagano", pero Pablo parte de algo que ellos conocen de cerca, aunque no sea correcto, para llevarlos al conocimiento del Dios verdadero.
3. No temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar (Mateo 10:28). (foto Pablo en Atenas).
1. Este texto no sirve para probar la inmortalidad del alma, ya que la segunda parte del versículo dice: “Temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”. De esta segunda parte se deduce claramente que el "infierno no es algo "eterno", y que el "alma se puede "destruir", luego la enseñanza de que algunos estarán quemándose eternamente, que es completamente falsa, no se puede basar en este texto.
2. “Alma” significa en la Biblia, principalmente “el ser entero” (Génesis 2:7 "Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fué el hombre en alma viviente" RVA). La vida es el cuerpo (polvo de la tierra) + Aliento de vida = Alma viviente, o "ser vivo". El ejemplo que pongo cuando doy estudios bíblicos es más actual:
Televisor (lo físico) + electricidad (lo que le da energía) = Imagen y sonido (vida). En cuanto se desconecta el televisor de la electricidad ¿dónde fue la imagen y dónde fue el sonido? A ninguna parte. Si no están los dos elementos juntos, no hay vida. El cuerpo, sin el aliento de vida, es eso, un cuerpo inerte, como un televisor sin imagen ni sonido. Sin cerebro no puede haber pensamientos, sin ojos, no se puede ver, sin oídos no se puede escuchar... Sólo en la resurrección, con un cuerpo restaurado, volveremos a tener vida.
La enseñanza de Jesús aquí es que los hombres sólo pueden atentar a nuestro cuerpo o vida actual. Pero Dios tiene en sus manos nuestra vida eterna (cuerpo y alma, es decir, la vida eterna). A pesar de la muerte de nuestro cuerpo, Dios podrá reconstruir la integridad de nuestro ser en la resurrección (2 Timoteo 1:12 "Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me averg:uenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día"). El Alma, el ser entero, ahora puede ser "destruida" pero no de forma permanente. Nos pueden quitar la vida, pero eso es sólo algo temporal. Dios es quien da la Vida Eterna, el que puede destruir definitivamente el Alma.
4. Teniendo deseo de partir y estar con Cristo (Filipenses 1:23).
El apóstol Pablo es el escritor de la Biblia que más realza la verdad de que la única manera de tener vida consciente después de la muerte es por medio de la resurrección (1 Corintios 15).
En esta misma epístola a los Filipenses, Pablo dice que prosigue a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús (Filipenses 3:14).
¿Y cuál es el premio? La resurrección: “Si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos” (v. 11). Recordemos que la Biblia define el estado de la muerte como "un sueño". Naturalmente para Pablo, como para todos los creyentes, el primer momento consciente después de la muerte sería el encuentro con Cristo en la resurrección. Por lo que al que experimenta la muerte, no importa si han pasado miles de años o sólo unas horas, el instante inmediato después del momento de la muerte es el de la resurrección
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