Buenas Nuevas de Jesús, con amor Guía de estudio nº 12 La falsificación del día del SeñorEn África es relativamente frecuente la existencia de casas con una sólida apariencia, pero sus fundamentos, vigas y paredes están carcomidos por las temibles termitas. Algunas veces es suficiente una ráfaga de viento para que se desmoronen.
La estructura moral de nuestra sociedad tiene un problema similar. El inusitado aumento en las tasas del crimen no es más que el reflejo audible de la obra oculta de las invisibles termitas. ¿Cuánta maldad albergan los corazones? Es imposible saberlo, hasta que surge la oportunidad de que salga a la luz.
Un ejemplo es la facilidad con que se producen escenas de pillaje y saqueo en las calamidades como terremotos, disturbios, o cualquier situación que signifique una merma en la eficacia de los cuerpos de seguridad civil. Personas tenidas hasta entonces por respetables, se lanzan a la práctica del hurto, alegando que ‘todo el mundo lo hace, ¿por qué no lo iba a hacer yo también?’
Una frágil cubierta de imposición de la ley es todo cuanto mantiene cohesionada nuestra sociedad “civilizada”. Para una gran parte de la población urbana, parece haber desaparecido todo aprecio y respeto por la ley, que han sido sustituidos por un mero temor a ser atrapado in fraganti. Todos debemos un eterno agradecimiento al Espíritu Santo por continuar reteniendo la violencia e inmoralidad universal que intentan explosionar. Es él quien “contiende” con el corazón impío, hasta cuando sea retirado del escenario humano, tal como hizo en los días de Noé (Génesis 6:3 y 5; Mateo 24:37-39).
Lo anterior hace que se suscite una cuestión de gran importancia: Si Cristo vino a salvar el mundo, ¿cómo es que el mundo va de mal en peor? Especialmente en Norte América, donde existen las mayores tasas en el mundo de asistencia a los cultos religiosos, ¿por qué sus niveles de inseguridad y violencia son también de entre los mayores del mundo? La libertad religiosa ha dado a las iglesias protestantes las mayores oportunidades en la historia. ¿Qué significado tiene, entonces, que Norte América ofrezca ante el mundo semejante espectáculo de impiedad?
Este estudio revelará la raíz del problema: Los dirigentes religiosos del protestantismo han debilitado la autoridad de la ley de Dios en sus esfuerzos por luchar contra la clara enseñanza bíblica del sábado del séptimo día, que el Señor ha puesto en el corazón mismo de su Ley. Si concluimos que el mandamiento del sábado del Señor no significa nada, ¡destruimos toda la fuerza de los otros nueve mandamientos!
1. ¿Cuál es la simple y categórica razón dada por la Biblia para los problemas que sufre nuestro mundo moderno? Isaías 24:5
RESPUESTA: “... porque traspasaron ____ _______, falsearon ___ _________, que-rantaron el ______ _________.”
2. ¿Cómo se han unido las iglesias católicas y protestantes para transgredir la Ley de Dios, cambiando sus preceptos y quebrantando el “pacto eterno”?
LA RESPUESTA vendrá de sus propios labios. Citamos el Catecismo del Coverso a la Doctrina Católica, p. 50 (Reverendo Pedro Geiermann):
“Pregunta: ¿Cuál es el Sabbath? “Respuesta: –El Sabbath es el sábado. “Pregunta: ¿Por qué observamos el domingo en lugar del sábado? “Respuesta: –Observamos el domingo en lugar del sábado debido a que la Iglesia Católica transfirió la solemnidad del sábado al domingo.”Citaremos ahora del Manual de la Doctrina Cristiana: Creencia y Práctica Católica (Daniel Ferris), p. 67:
“Pregunta: ¿Cómo prueba que la Iglesia [Católica] tiene poder para decretar las fiestas y los días santos? “Respuesta: –Por ese mismo hecho de haber cambiado el sábado por el domingo, que es aceptado por los protestantes, de forma que se contradicen a ellos mismos al guardar tan estrictamente el domingo, mientras que quebrantan la mayor parte de las otras fiestas ordenadas por la misma Iglesia.”
Nota: “Puede leer la Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis, y no encontrará una sola línea que autorice la santificación del domingo. Las Escrituras ordenan la observancia religiosa del sábado.” (La Fe de Nuestros Padres, del Cardenal Gibbons, p. 111).
3. ¿Admite el mundo protestante la verdad sobre ese punto crucial?
LA RESPUESTA dada por ellos mismos:
(a)
“Dirá alguien: ‘fue cambiado del séptimo al primer día’. ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Y por quién? Nadie puede decirlo. No; jamás fue cambiado, ni lo pudo ser, a menos que tuviera lugar de nuevo la Creación... Si fue cambiado, fue por ese augusto personaje que cambia los tiempos y la ley ex oficio. Su nombre es Dr. ANTICRISTO.” (Alexander Campbell, ‘A los Lectores de Bautista Cristiano’, nº III, El Bautista Cristiano, 2 febrero 1824).
(b)
"La Iglesia Romana... dio la vuelta al cuarto mandamiento deshaciéndose del sábado de la Palabra de Dios, e instituyendo el domingo como día santo.” (N. Summerbell, Historia de la Iglesia Cristiana, p. 415).
4. ¿Continúan los Católicos desafiando a los Protestantes en esa materia?
RESPUESTA: “Nada se dice en la Biblia acerca de un cambio en el día del Señor del sábado al domingo... Por eso nos parece tan ilógica la postura de muchos no-católicos, que dicen no creer nada a menos que puedan encontrarlo en la Biblia, mientras que continúan guardando el domingo como Día del Señor, por mandato de la Iglesia Católica.” (Padre León J. Trese, La Fe Explicada, edición 1971, p. 243).
La historia da testimonio del cambio
“No mucho tiempo después del reconocimiento del Cristianismo por Constantino, la observancia del domingo fue hecha obligatoria por ley. En el 321 después de Cristo, todos los tribunales de justicia, todos los moradores de la ciudad y artesanos fueron obligados a reposar ‘en el venerable día del Sol’. Sólo quedaban exentos los granjeros, cuyo trabajo no podía ser interrumpido o demorado.” (Enciclopedia Americana, edición de 1969, vol. XXVI, artículo “Domingo”, p. 32).
La ley dominical del emperador Constantino no estuvo basada en la enseñanza de Cristo, sino en la filosofía pagana con la que estaba mejor familiarizado. Al ser impuesta su ley dominical, él lo refirió como el venerable día del sol, una costumbre pagana. El historiador Augustus Neander afirma:
“La fiesta del domingo, como todas las demás fiestas, nunca fue otra cosa que una ordenanza humana.”
La intención del edicto de Constantino fue imponer la fiesta del domingo a los cristianos a fin de fusionar esas dos religiones, paganismo y cristianismo. Gradualmente esa fiesta pagana llevó a la apostasía en la iglesia, y a separarse de la verdad de la Biblia. Durante siglos, la iglesia en Roma, habiendo dado su sello de aprobación al cambio en el día de adoración, ordenó a todos que guardaran el domingo como un día santo, en lugar del verdadero día santo de Dios.
“En el concilio de Laodicea, en el 364 después de Cristo, se decretó el siguiente edicto: ‘Los cristianos no deben judaizar y estar ociosos en sábado, sino que deben trabajar en ese día; pero el día del Señor [así se referían al domingo] deben honrarlo especialmente y, siendo cristianos, deben abstenerse en lo posible de trabajar en ese día. Si a pesar de todo se los encuentra judaizando, serán expulsados de Cristo.” (Rev. Charles Hefele, Historia de los Concilios de la Iglesia, vol. II, p. 316).
5. ¿Han interferido con el ciclo semanal los cambios en el calendario?La RESPUESTA es que no. Los hechos que se exponen a continuación son historia objetiva, y es posible cotejarlos en cualquier enciclopedia autorizada. En los tiempos de Jesús sobre la tierra, regía el calendario Juliano, que había sido instituido por Julio César –muerto cuarenta y cuatro años antes de la era cristiana–.
La semana para Oriente en aquella época era precisamente la misma que la de nuestro calendario hoy, que es el gregoriano. Los días del mes cambiaron, pero nunca los días de la semana. El calendario de la ilustración indica cómo se efectuó el cambio.
El cambio del calendario juliano al gregoriano sucedió así: El calendario juliano, empleado por dieciséis siglos para computar el tiempo, no era exacto en relación al año solar, pues se excedía en casi un cuarto de hora por año. En 1582, el equinoccio de primavera fue el 11 de marzo, adelantado en 10 días al 21 de marzo, fecha establecida para la Pascua por la Iglesia Católica, en el 321 D.C.
El papa Gregorio XIII dirigió el cambio, y el nuevo calendario comenzó a funcionar en Roma un viernes: el quince de octubre de 1582. En lugar del viernes 5, se pasó al viernes 15, de forma que la semana quedó igual, y la sucesión de sus siete días ininterrumpida.
Algunas naciones comenzaron inmediatamente a emplear el nuevo calendario. Otras tardaron más en incorporarse: Inglaterra lo hizo 170 años más tarde, en 1752. A pesar de esas diferencias entre las naciones, todas vivían en el mismo día de la semana. Recuerda pues que podemos tener la seguridad de que nuestro sábado hoy es el mismo que cuando Cristo estuvo en esta tierra, y que los cambios en el calendario no afectaron a la sucesión de los días de la semana. Es cierto que en la época de la Revolución, Francia intentó imponer la semana de diez días, pero no prevaleció. Es igualmente conocido que la Rusia Soviética intentó introducir una semana de cinco días, más tarde de seis días, y llegó a prohibir la impresión de calendarios con la semana de siete días. Se trata de atentados modernos contra el esquema de seis días de trabajo y el reposo, tal como Dios instituyó en la Creación. Pero Rusia también fracasó.
Nota: “La idea del calendario con la semana en blanco, de la que tanto oímos hoy hablar, ocasionaría, de ser aceptada, que el verdadero Sabbath ocurriera en un día diferente del calendario semanal cada año. Lo mismo sucedería con el verdadero primer día. Toda persona concernida por adorar en un día regular de la semana se opondrí
a a la adopción de un calendario tal, sea cual fuere el nombre que se le de. Mientras tanto, nuestro probado calendario gregoriano contiene el verdadero ciclo semanal. El domingo es el primer día de la semana, y el sábado el séptimo.” (Dios habla al hombre moderno, p. 450-452).
Puedes ahora recordar la octava Guía de Estudio, concerniente a la profecía de Daniel capítulo 2. En aquella gran estatua estaba simbolizado proféticamente el levantamiento y caída de los imperios y naciones, incluyendo las de nuestros días, y en la piedra que la destruyó, el final de la historia de nuestro mundo y la segunda venida de Jesucristo. A Daniel se le dio otra visión profética en Daniel 7, referente también al panorama histórico de las naciones, pero en esta ocasión conteniendo muchos más detalles.
Interpretación de los símbolos bíblicos en la profecíaVIENTOS: se refieren a luchas y guerras (Jeremías 49:36 y 37).
AGUAS: simbolizan gente, multitudes y naciones (Apocalipsis 17:15).
BESTIAS: son reyes o reinos (Daniel 7:13 y 23).
Lee el capítulo 7 de Daniel teniendo presentes esas claves interpretativas. Se describe a la temible cuarta bestia como teniendo siete cabezas y diez cuernos.
6. ¿Qué significado tienen los diez cuernos? Daniel 7:23 y 24RESPUESTA: “Los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán _____ ______...”
Nota: “Ya hemos visto que el cuarto reino, representado por las piernas de hierro, fue el reino de la Roma pagana. Entre los años 351 y 476 A.C., el imperio de Roma fue invadido por tribus paganas del Norte, que la demolieron. Los reinos pequeños surgieron a partir de las ruinas de la Roma pagana.” (Daniel y nuestros tiempos, p. 93).
7. ¿A quién representa el “cuerno pequeño” y cómo lo describe la Biblia? Daniel 7:8RESPUESTA: “Mientras yo contemplaba los cuernos, otro _______ ________ salió entre ellos... Este cuerno tenía ojos como de hombre y una boca que hablaba con gran insolencia.”
(1) Sale de la cuarta bestia (Daniel 7:7, 8 y 23)
Nota: De acuerdo con Daniel 2, el cuarto reino –piernas de plata– fue Roma. Los diez cuernos representan lo mismo que los diez dedos de los pies de la imagen: diez reinos que surgieron a partir de las ruinas del imperio de la Roma pagana. “Las armas de la República, a veces vencidas en batallas, pero venciendo siempre en las guerras, avanzaron a grandes pasos hacia el Éufrates, el Danubio, el Rin y el océano; y las imágenes de oro, plata o bronce que podrían representar a las naciones y a sus reyes, fueron sucesivamente quebrantadas por la férrea monarquía de Roma.” (Edwar Gibbon. Declive y caída del imperio Romano, vol. III, observaciones generales al final del capítulo 38, p. 634).
“A partir de las ruinas de la Roma política, se levantó el gran imperio en la forma gigante de la Iglesia de Roma.” (A.C. Flick, El surgimiento de la Iglesia en la Edad Media).
(2) Surge de entre los diez cuernos, o reinos (Daniel 7:8)
Nota: El historiador James Harvey Robinson afirma: “Junto a Emperadores en Constan-tinopla, y a los varios reyes Germanos, se desarrolló en Europa una línea de gobernantes mucho más poderosa que ellos: los papas.” (Tiempos Modernos y Medievales, p. 40).
(3) Hace su aparición tras los diez cuernos (Daniel 7:24)
Nota: En el año 476 de la era cristiana tuvo lugar una crisis que hizo abdicar al Emperador Rómulo Augusto. Los invasores Bárbaros ocasionaron el colapso del antiguo Imperio Romano. En el año 533 el Emperador Justiniano publicó un decreto reconociendo al Obispo de Roma como “La Cabeza de todas las Iglesias Santas”. El año 538 se hizo efetivo ese edicto. Eso otorgó al papado el poder pleno, tras la división de los territorios romanos por los reinos Bárbaros.
(4) Diferente de los otros cuernos (Daniel 7:24)
Nota: “Mucho antes de la caída de Roma, se había comenzado a desarrollar dentro del Imperio Romano un estado eclesiástico, que adquiría forma según el modelo imperial. Ese imperio espiritual, lo mismo que el secular, poseía una jerarquía de oficiantes, entre los que tenían la mayor importancia los diáconos, sacerdotes y presbíteros, y obispos... Otra consecuencia de la caída del poder Romano fue el desarrollo del papado. En ausencia de un Emperador en Occidente, los papas adquirieron rápidamente poder e influencia, y pronto edificaron un imperio eclesiástico que en ciertos aspectos tomó el lugar del antiguo Imperio.” (Historia General para Estudiantes, p. 348, 316).
(5) Más grande que sus compañeros (Daniel 7:20)
Nota: “Junto a Emperadores en Constantinopla, y a los varios reyes Germanos, se desarrolló en Europa una línea de gobernantes mucho más poderosa que ellos: los papas... Hemos de seguir ésta que fue la más poderosa y permanente de todas las instituciones del tardío Imperio Romano, hasta la Edad Media. Antes que nada hemos de detenernos a considerar la forma en que la parte occidental, o Latina, de la cristiandad, que se disgregó gradualmente de la región oriental, o Griega, vino a constituir una institución separada bajo los papas, la línea más larga y poderosa de gobernantes que el mundo haya jamás conocido.” (Tiempos Modernos y Medievales, p. 40 y 41).
La Revista Americana Católica Trimestral de abril de 1911, decía: “Hace muchos años, cuando Roma, por la negligencia de los Emperadores Occidentales, fue dejada a merced de las hordas de bárbaros, los Romanos se volvieron hacia una figura en busca de protección y ayuda, y le pidieron que los gobernara; ...y así... comenzó la soberanía temporal de los papas. Y caminando humildemente hacia el trono de César, el Vicario de Cristo tomó el cetro ante el cual habrían de inclinarse reverentemente los emperadores y reyes de Europa por tantos siglos.”
(6) Fueron arrancados tres cuernos de los primeros (Daniel 7:8, 20 y 24)
Nota: El “cuerno pequeño”, en su lucha por el poder, habría de someter a tres reinos que se oponían a su ambición. ¿Cuál es el testimonio de la historia? Edwr B. Elliot escribe: “Puedo citar a tres [reinos] que fueron erradicados de delante del papa, a partir de la lista citada con anterioridad, que son: los Hérulos bajo Odoacro, los Vándalos y los Ostrogodos.” (Horae Apocalypticae, vol. III, p. 134, nota 1).
Odoacro, rey de los Hérulos, lo mismo que los otros dos reinos erradicados, se oponían a las doctrinas y pretensiones del papado. Odoacro y sus soldados Hérulos fueron vencidos en el año 493 de nuestra era, lo que evidentemente alegró a los amigos del papado. Sin embargo descubrieron pronto que Teodorico, el nuevo rey de los Ostrogodos que había conquistado a los Hérulos, se oponía también al papado. El papado vino a constituirse entonces en el determinado enemigo de Teodorico y los Ostrogodos. Al mismo tiempo, un tercer reino hostil procedente del norte de África amenazaba también al papado. Se trataba del reino de los Vándalos. ¡Había que hacer algo!
En el año 533 de nuestra era, el Emperador Justiniano de Oriente promulgó un decreto en el que exaltaba al papa como cabeza de todas las iglesias. Para hacer efectivo ese nuevo decreto, envió a su general Belisario al África con un ejército, para aplastar a los Vándalos opositores. Logró la victoria al año siguiente. El mismo general luchó después contra los Ostrogodos, expulsándolos por fin de Italia en el año 538. De esa manera, los tres reinos fueron desarraigados delante del “cuerno pequeño”.
Los siete reinos restantes fueron:1. Anglosajones ....... Inglaterra
2. Francos ................ Francia
3. Germánicos ......... Alemania
4. Burgundios .......... Suiza
5. Lombardos ........... Italia
6. Visigodos ............. España
7. Suevos ................. Portugal
(7) Hablará palabras contra el Altísimo (Daniel 7:25)
Nota: Citamos aquí algunas de las arrogantes y blasfemas pretensiones hechas por el papado, según el Diccionario Eclesiástico de Ferraris:
“Tan grande y exaltada es la dignidad del papa, que no es meramente humano, sino como si fuera Dios, y el Vicario de Dios... El papa está coronado por una triple corona, como rey del cielo, de la tierra y de las regiones inferiores... El poder del Pontífice de Roma no está de ninguna forma limitado a las cosas celestiales, a las terrenales y a aquellas bajo la tierra, sino incluso afecta a los ángeles, sobre los cuales es superior... Pues tiene una dignidad y poder tan grandes que forma el mismo y único tribunal con Cristo... El papa es como si fuera Dios en la tierra.” (Prompta Biblioteca, artículo ‘Papa’ II, vol. VI, p. 26-29. Daniel y nuestros tiempos, p. 96 y 07).
“Esta autoridad judicial incluirá también el poder para perdonar pecados.” (Enciclopedia Católica, vol. 12, artículo “Papa”, p. 265).
(8) Quebrantará a los santos del Altísimo (Daniel 7:25)
Nota: Durante la edad Media, que comenzó en el año 538 de nuestra era, millones de cristianos fueron perseguidos hasta la muerte por el papado. Ese horrible registro es una de las cosas más tenebrosas de toda la historia de la humanidad. Citaremos ahora a algunos historiadores:
“El que la Iglesia de Roma ha derramado más sangre inocente que cualquier otra institución que jamás haya existido en el género humano, es algo que no cuestionará ningún protestante que posea un conocimiento fundado de la historia.” (Historia del Racionalismo en Europa, según Lecky, vol. II, p. 32).
Permitamos que sea un autor católico quien refiera los hechos:
“La Iglesia (Católica Romana) ha perseguido. Sólo un lego en historia osará negarlo... Ciento cincuenta años después de Constantino, los Donatistas fueron perseguidos y en ocasiones muertos... En Francia y en España se persiguió a los protestantes bajo la plena aprobación de las autoridades de la iglesia. Siempre hemos defendido la persecución de los Hugonotes [protestantes franceses], y la Inquisición española... Cuando considera que es bueno el uso de la fuerza física, la empleará... ¿Habría de conceder absoluta libertad e igualdad a todas las iglesias y a todas las fes? La Iglesia Católica no da explicaciones sobre su buena conducta.” (El Centinela Occidental, 24 diciembre 1908. Daniel y nuestros tiempos, p. 97).
(9) Pensará en cambiar los tiempos y la ley (Daniel 7:25)
Nota: Citamos de la Roman Catholic Prompta Biblioteca (Ferraris): “El papa tiene una autoridad y poder tan grandes, que puede modificar, explicar o interpretar las leyes divinas.” (vol. VI, p. 29).
En el catecismo Católico Romano empleado para enseñar a la gente común, queda modificada la ley de Dios, de forma que se elimina el segundo mandamiento que prohíbe la adoración de imágenes. El cuarto resulta truncado, de forma que pueda dar soporte a la observancia del primer día de la semana (domingo), en lugar del verdadero sábado. El décimo resulta dividido en dos, a fin de restituir el número de mandamientos a diez.
Ley dada por Dios Ley cambiada por el hombre (clic en la imagen para ampliar):
(10) Entregados en sus manos hasta tiempo, tiempos y medio tiempo (Daniel 7:25)
Nota: Un “tiempo” es otra forma de expresar un año. Por “tiempos” hay que entender dos años, y “medio tiempo” es medio año. Por lo tanto, el poder representado por el cuerno pequeño continuaría poseyendo autoridad tres años y medio de tiempo profético, tiempo durante el cual los santos serían “entregados en sus manos.”
Hemos visto ya que los diferentes símbolos encontrados en las profecías de Daniel se explican fácilmente a partir de la Biblia misma. En la Biblia, un día de tiempo profético equivale a un año literal (Ezequiel 4:6; Números 14:34; Levítico 25:8; Génesis 29:27).
Se menciona ese mismo período de tiempo en Apocalipsis 12:14. En Apocalipsis 13:5 aparece de nuevo bajo la forma: “42 meses” (contando 12 meses por año, tres años y medio incluyen precisamente 42 meses). Volvemos a encontrar el mismo período en Apocalipsis 12:6, esta vez expresado en días: “1260 días” (a 30 días por mes, multiplicado por los 42 meses = 1260 días, hacer clic en la imagen para ampliar).
Resulta, pues, claro, que el papado representado por el “cuerno pequeño”, habría de reinar sin rival en Europa, persiguiendo a los santos de Dios, durante 1.260 años literales.
La historia confirma que el papado continuó poseyendo el poder absoluto durante ese preciso período. Justiniano promulgó un edicto en el año 533 de nuestra era, concediendo al papado poder ilimitado sobre todas las iglesias. El edicto entró en vigor el año 538, momento en el que fue desarraigado el último de esos tres reyes que se oponían al papado. El punto de partida de los 1260 años, es por lo tanto el año 538 de nuestra era.1260 años después, el papado perdió su poder temporal. El 20 de febrero de 1798, Berthier, general de la armada francesa bajo Napoleón, tomó al papa prisionero en Roma, poniendo un final al poder temporal del papa en Europa. Después de esa época, no hubo persecución comparable de los santos en Europa. Pudieron adorar libremente a Dios.
El cuerno pequeño de Daniel 7:1. Surgió de la cuarta bestia, versículos 7 y 8.
2. Surgió de entre los diez cuernos, vers. 8.
3. Sería otro cuerno que surgiría después de los diez especificados, vers. 24.
4. Sería diferente de los otros, vers. 24.
5. Sería más grande que sus compañeros, vers. 20.
6. Desarraigaría a tres de los diez, vers. 8, 20 y 24.
7. Hablaría palabras contra el Altísimo, vers. 25.
8. Quebrantaría a los santos del Altísimo, vers. 25.
9. Pensaría en cambiar los tiempos y la ley, vers. 25.
10. Los santos serían entregados en su mano por tiempo, tiempos y la mitad, vers. 25.
Nota: A Daniel se le permite ir hasta el fin del tiempo, cuando el cuerno pequeño junto con la bestia de la que surge son destruidos en el final del pecado y de los pecadores. Precisamente antes del fin, la herida mortal sufrida por el papado al ser tomado prisionero por Berthier, será sanada por un breve período de tiempo (Apocalipsis 13:3 y 14), y toda la tierra se maravillará en pos de él. Sin embargo, el tribunal celestial ha pronunciado sentencia en su contra. Aunque prosperando por un tiempo, su ruinoso final es seguro.
Cuán animador es para el pueblo de Dios el saber que el reino será dado a aquellos para quienes fue preparado desde la fundación del mundo. En todas sus penas y aflicciones, los verdaderos adoradores de Dios pueden recordar esta maravillosa promesa.
La visión de Daniel que tanto absorbió su interés, debiera ciertamente absorber el nuestro en estos últimos días, a fin de que no nos encontremos sirviendo ignorantemente al cuerno pequeño, que nos llevaría a ser destruidos con él. Dios permita que edifiquemos nuestra fe sobre la verdad, tal cual se la encuentra en la Palabra de Dios.
¡Qué gran buena nueva es saber que ahora mismo el tribunal celestial está “quitándole el dominio” al cuerno pequeño, a fin de disponer su destrucción final! Es tu privilegio saber ahora y aquí que ese poder ha perdido su dominio sobre ti. No solamente en el mundo que nos rodea, sino en nuestros corazones, vemos cómo ese dominio del mal es quitado, a medida que por la fe seguimos a Cristo en su obra de juicio.
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Estudio anterior: 11.
Reposando en su amor.
Siguiente estudio: 13.
La Señal del Enemigo.
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